Era carnaval, me vestí de fantasma y mi hermano de conejo.
Llegamos al paseo del Prado, ya se estaba haciendo de noche cuando de repente miré hacía el suelo y no había nadie, me puse como loco ha buscarlo, pero no esteba.
Me recorrí todo el pueblo y no sabía que hacer, se lo conté a mis padres y llamamos a la policía pero no lo encontramos, fuimos a las
Torres Oscuras y no veíamos nada ya que la luz la estaba consumiendo todas las luces que Había en el paseo del prado.
Entramos en ese lugar y encontramos a una persona tumbada en el suelo pero era el disfraz de mi hermano, cuando llegamos a casa, porque nos prometieron la policía que se encargaría de encontrarlo.
¡Qué alegría estaba sentado en la puerta de mi casa